martes, 2 de octubre de 2012

Entrada namber ileven: compi, clases y mareos supermercantiles


¡¡Buenos días por la mañana!!

Hoy escribo desde el Colegium Jurídicum III , que es mi primer día de clase en Varsoviaa!
Tengo nerviecillos y todo…
Se supone que he llegado con una media hora de antelación…incluyendo el pequeño tour que he dado por la ciudad (otros le llamarán perderse, yo le llamo conocer caminos alternativos…). Ya me temía yo que no daría con el sitio a la primera (de hecho aún no se si estoy en el sitio correcto), por eso he salido prontito.
El camino hacia la uni...
Además, mis trayectos a la universidad siempre suelen alargarse: estoy tan, tan enamorada de la ciudad, que estamos en esa fase de atolondramiento en que no se para de hacer fotos del otro. ¡Ay mi Varsovia cómo te quiero y qué guapa eres!
El camino es precioso, una parte por calles repletas de edificios neoclásicos, otra parte por jardines, que ahora en invierno exhiben todos los colores posibles. Mi camarita echa humo…
Además, me acompañan todos los días unos pajarracos enormes y negruzcos que no paran de picotear frutos de los árboles. Creo que son cuervos, pero tendré que informarme bien. Al principio asustan un poco, pero acabas acostumbrándote al verlos en cada rincón de la ciudad.
Desde mi ventana, por las tardes, puedo ver una bandada enorme, que de vez en cuando echa a volar igualito, igualito que en la película de Hitchcoc (no exagero, pondré un video).

Otra importante noticia es que: ¡ ya tengo compañera de habitación!
Llegó anoche, y bueno, no es lo que pensé que encontraría, pero estoy muy contenta con la situación que se presenta. Y es que resulta, que no creo que sea una compañera de cervezas vespertinas y andadurías nocturnas…mi compi se llama Salma, es musulmana y viene de Pakistán. Una de sus primeras preguntas fue si yo también era musulmana y cuántas hermanas tengo. Me supo mal, pero no creo que mis respuestas fueran demasiado satisfactorias, ni soy musulmana ni tengo hermanos. Me preguntó si al menos tenía padre y madre. Le dije que sí, que afortunadamente eso sí.
Pero aunque hayan cambiado un poco mis esquemas, creo que va a ser realmente interesante compartir tiempo con una mujer pakistaní. Nuestras culturas son realmente distintas y podemos aprender mucho la una de la otra. Me encantaría que me enseñara a cocinar algún plato de allí, a hablar urdu,  sus creencias,…

Momento cundimiento de pánico: foto ilustrativa.
Otro  transcendental  acontecimiento en mi vida varsoviana, uno que llevaba ya esperando y temiendo…la pesadilla en el supermercado! Pues sí, señores, el momento llegó…y el agobio puede llegar a límites insospechados. Cómo encontrar un cochino bote de quitaesmalte entre cientos y cientos de botecitos todos exactamente iguales y con palabrejas ininteligibles.  Juro y perjuro que me entró un mareo y sudores fríos frente a esa pared repleta de productos y no saber qué coger. Tuve suerte, pero lo mismo hubiera podido coger colirio de ojos e intentar quitarme el pintauñas con él.

Próximo capítulo, contaré que tal las clases y alguna que otra curiosidad (tontunadas) en las que me voy fijando estos días..


الوداع    (esto es urdu)

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