Cajas,
bolsas, maletoncias rebosantes...
Ais,
que se me saltan las lagrimoncias.
Es un
poco la misma odisea que para venir, con sus papeleos y sus tetrix
maleteros y sus listas de cosas por hacer...pero más morriñosa,
aunque con unos cuantos amigos (pero de los güenos) más en los
bolsillos.
Ratifico
que las bolsas al vacío salvan vidas (jerseys y chaquetas
reducidos a la mitad, señora!) y que por mucho que se intente
evitar, al final de todo un año hay que mandar alguna caja de
cachivaches por correo sí o sí (y más si se tienen ramalazos
Diógenes como la pedorra de Z. o yo misma)
Especial
mención tengo que hacer a M. y Z. que se están portando más
que bien conmigo en mis quehaceres empaquetadores, ahora que ando
algo perjudicada óseamente (ahora luego cuento el por qué...pero
estaba claro que no me podía ir de Varsovia de una sola pieza...).
¡Ah! Y también a C. (alias B.S.) que aunque se escabulle de limpiar
suelos, el otro día acometió la gran hazaña de preparar la cena
(Ahora en serio, de verdad que me hizo ilusión).
Estos
están siendo días de paseos y muchas despedidas...
El fin
de semana pasado, la mejor compañera de cuarto del mundo mundial (la
mía, A.) se fue de Varsovieta. El cuarto no es el mismo sin
ella, ya no hay ruidos de dudosa procedencia, ni buenos días con un:
fea-cochina-cerda-que-hueles-bien-feo... ni
charretas multilingües...
Peeeero
no pasa nada porque en nada me tiene en su casita parisina para
pasear por el barrio latino y el Sacré Coeur ! Oui, oui, oui!
La
despedida fue digna de comparar con una boda gitana: Empezamos la
tarde en la playa del Vístula, con cartas moñis ( somos unas
blandengues aunque vayamos de duras...) y atardeceres. Y luego, en
honor al exquisito paladar francés de A., fuimos a cenar al Burger
King. Y despues, pues ale a patear toooda Varsovia que hay noche por
delante! Recorrimos todo el Stare
Miasto y todo el Nowe
Miasto y
acabamos al borde del río (pero al otro lado, el de los pubs)
cantando y bailando grandes éxitos de los 90... Ya de madrugada, un
poco bailoteo de zumba en casa y al aeropuerto!
Siempre
diremos que fue por las 24 horas que pasamos sin dormir, pero
lloramos como magdalenas...
Para
mi, ha sido una grandísima sorpresa (y gran suerte) haber hecho
amigos tan tan amigos aquí, no solo compañeros de salir, sino
amigos con los que pasar horas y horas hablando, amigos con los que
vivir y convivir y sobre todo, con los que reír a carcajadas...
Y
nada, A. se fue, pero sabemos que no ha sido un adios, sino un Au
revoir!
Eeeeeeh!
También
L.
se fue el martes pasado, y fuimos al restaurante checo U
Szwejka
de despedida. (sí, aquí las despedidas consisten básicamente en
comer como cerdos). Parece que fue ayer cuando la conocí en el
curso de polaco y empecé a conocer Eslovaquia más allá que por el
nombre...
Y
ayer también dijimos adios a M. (pero no por mucho tiempo eh!), tras
un ultradesayuno en Charlotte,
al que, curiosamente, nadie llegó tarde!
El
día anterior, fue en su honor, así que planeamos cosas chachis: el
desayuno, en un antiguo mercado restaurado (a lo modernuqui-ruinoso),
en Ulica Koszykowa.
Allí tienen una variedad enoooorme de frutas (para ser
polonia...hay hasta alcachofas y cerezas, lo nunca visto) con muy
buena pinta además, y hacen zumitos con millones de ingredientes. Un
pelín eco-pijo, pero muy agradable el ambiente, y muy sano todo!
Después,
picnic al borde del lago del parque Ujazdowski, con
nuestro mantelito y todo. Mucho mejor el lago ahora que en invierno
completamente helado (aunque también tenía su cosa entonces).
Y
a las 16.00 a echarse al césped de nuevo para escuchar un concierto
de Chopin en
Łazienki
Królewskie
(lo
hacen los domingos a las 12.00 y a las 16.00 ahora en la temporada de
verano). Paseito por el parque, gofre, migas de pan a los peces y a
casa!
Por
la noche, hicimos la cena
internacional
más exitosa de todo el erasmus....y lo mejor es que fue totalmente
improvisada! Un poco de ciervo a la turca por aquí, alitas de pollo
taiwanesas por allá, hummus, crêpes... Nada que ver con los
international dinners plagados de pasta con tomate o tortillas de
patata. ¡Un 10, sí señor!
Estos
días estamos comiendo como cerdos (sí, es lo habitual, pero ahora
aún más) pero es que, che, hay que despedirse como toca polonia y
de poder permitirse salir a comer bien por menos de 5 euros! Hoy
mismo, hemos ido a un restaurante
vegano (Vege miasto) donde
hemos tomado crema de zanahoria y naranza y luego un plataco con
hamburguesillas de tofu y espinacas y una ensaladita muy buena.
Como
no, también hicimos la visita de rigor a
un bar
mleczny
, donde
pedimos, en polaco por supuesto (nos sabemos ya la carta de memoria),
sopas pomidorowa
y
grzybowa
, Gołąbki
, Kluski
śląskie
,y por supuesto, mi plato estrella: naleśniki
z cukrem i serem. (crêpes
con queso y azúcar).
También
fuimos al vegetariano Beirut, a tomar hummus,
que está en la calle Poznanska, que ahora
que hace calorcete está llena de vida!
El
jueves pasado fuimos por fin al piso 40 del Hotel Marriott:
tomamos un tequila sunrise
viendo toda la ciudad al atardecer. Precioso. Las vistas,
infinitamente mejores que desde el Palac Kultury , básicamente
porque desde el palacio no se ve el propio palacio....
Otro de los eventos de la semana fue la visita a un
hospital polaco, que merece un
episodio aparte.
Para
quien me conoce, no es muy de extrañar, ya me he roto una cantidad
importante de huesos de mi cuerpo fruto de mi patosismo... aunque
esta vez fue bastante lamentable. Y es que, no hay nada más tonto
que estar celebrando ir a comer a uno de tus sitios preferidos...que
haya una piedra tras de ti y que te pegues una culada que tenga como
resultado el cúbito roto, el escafoides en standby y el coxis
pendiente de rayos-X... ¿Bonito eh?
Pues
mejor aún es un hospital polaco.
Hay
gente (y no exagero) que lleva meses aguantándose los dolores e
hinchazones con tal de no pisar un hospital aquí. Después de
nuestra visita (aprovecho para agradecer la infinita paciencia de M.
soportando una mañana entera en un pasillo mugriento), reconozco que
los recelos no son del todo infundados:
Por
supuesto, la primera barrera con la que topamos fue la lingüística.
Nadie-habla-inglés-ponte-a-hacer-cola-en-cada-ventanilla-para-que-te-reenvíen-a-otra....
Una vez encontrada la sección de
traumatología, y más aún, la de urgencias de
traumatología...entrada triunfal en un pasillo digno de película de
terror (juro que no estoy añadiendo dramatismo, es así): enfermos
postrados en camas de madera y tubos de metal abandonados en los
pasillos, enfermeros desdentados gritando llevando a abuelos en
sillas de ruedas (de espaldas) y chocando contra los bancos,
viejecillas con vendajes mugrientos... Jerozolima el hospital
abandonado es una casa de revista comparado con lo que vimos en el
hospital.
Por suerte (pero mucha!) me tocó
un médico que hablaba inglés y más o menos entendió que era la
muñeca lo que me dolía. A todo esto, la consulta la pasaba en un
cuarto con cables repelados en la pared y una señora echada en una
camilla al lado examinada por otro médico....
Los rayos-X, totalmente
eastern-style:
una sala con las
ventanas abiertas (qué radiaciones ni que narices, que entre aire)
dando a la calle, con su mesita con tapete de ganchillo (lo juro!) y
la enfermera enchufando la máquina a mi lado...
En fin, al final me fui a casa con
una buena macro-escayola y un papelajo escrito en polaco/inglés para
que lo descifren en españa.
Pero bueno, hospitales tenebrosos
aparte, estos días también estamos descubriendo sitios nuevos (o
yendo a sitios a los que llevo siglos diciendo de
ir...ejem...ejem....)
La playa del vístula (el
huequecito con arena que hay al lado del estadio) está genial por
las tardes/noches para hacer barbacoas (aquí ni ley anti-incendios
ni ocho cuartos) y beber cervecillas. Tiene hasta sus vendedores de
cerveza-un-euro-amigo
(bueno, 2 zl!).
En
el barrio de Praga
(que
tiene am-bien-ta-zo ahora que no refresca tanto) hay muchos pubs de
cerveceo muy agradables. El Centrum
Kultury Koneser, en
la antigua fábrica de wodka, es un buen buen sitio. Sobre todo desde
que han trasladado ahí la discoteca
Sen Pszczoły
(el
sitio anterior se quemó...o lo quemaron). La música es peeeerfecta:
un poco de música de los 90 para empezar (pero de la buena) y luego
remixes con drum n bass. En el top 10.
Además,
acabo de enterarme de que van a cerrar Jerozolima!
Así
que en caso de volver de visitilla el año que viene, el Sen hay que
tenerlo en cuenta! (al parecer ahora Jerozolima es un edificio digno
de protección por ser histórico....)
Y Para
rellenar un poco el cerebro (por mas que digan, durante el erasmus no
se vacía, se rellena de otras experiencias y conocimentos diversos)
fuimos también al museo
del levantamiento. Para
mí, ha sido la segunda vez, pero es tan denso que lo requiere.
Siempre me llama la atención que los Aliados desdeñaran tanto a los
pobres polacos levantándose contra los Alemanes, sin contar ni con
ayuda ni con reconocimiento o que los uniformes del Ejército
Territorial polaco eran o uniformes alemanes robados, o de cartero, o
de policía, o de cualquier cosa similar a un uniforme...
Fuimos
también al Soho,
una
antigua zona industrial remodelada con tiendecillas vintage y
galerias de arte que tiene como objetivo revitalizar el barrio de
Praga. Ahí está el museo del neón y hay unas hamacas muy cucas
para balancearse.
Y
hoy ¡Al fin! después de varios intentos fallidos....hemos entrado
al Photoplastikon
! No
entiendo por qué hay gente que dice que no merece la pena. Son solo
2 zl y se ven en 3dimensiones fotos antiguas de Varsovia. Es una
máquina raruna, muy steampunk, con algo así como prismáticos desde
los que ver las escenas. Es una de las pocas máquias que quedan en
europa y la comparan siempre a una “ventana abierta al mundo” que
tenían los varsovianos durante tiempos difíciles (que han sido
muchos).
Y
nada, ayer Z. y yo nos hicimos un piercing-souvenir
de Varsovia , C. no pudo por motivos de pánico mayor (digno de ver).
Nos quedamos con las ganas de tatuaje, pero vistas las condiciones
sanitarias de los hospitales en polonia, nos da que cuanto más lejos
de agujas y gasas mejor...
Poco más me queda, hoy he
recorrido algunos de los sitios más emblemáticos de mi adorada
ciudad, he hecho fotillos (a duras penas, con la mano buena) y sobre
todo he guardado en la retina y neuronas los detalles que más me han
gustado de todo este año aquí.
La próxima entrada (que esta ya
dura kilómetros) ya será una clausura balance de todo, que hoy no
me quiero poner moñas que aún sigo aquí (en mi cuarto de cama rota
con mi brazo roto) y tengo que aprovechar.
Miłość !