martes, 27 de noviembre de 2012

Entrada namber tuentigüan: Curiosidades y tontunadas muy tontunas sobre Varsovia (y Polonia en general)

Desde que llegué voy haciendo una recopilación de las tonterietas que me llaman la atención de este paisete tan raruno en el que llevo ya viviendo cerca de tres meses.
Hoy me he animado a escribirlas, más que nada porque de tanto pasearla de aquí para allá, al final he perdido la hojita cochambrosa en la que iba apuntándolo todo…
Haré un esfuerzo para recordar cuantas más chorradas mejor, aunque ya iré poniendo más conforme vaya viendo.

Foto de mi colección de fotos de gente con  máscaras de gas.
Me tengo que hacer con una aquí, son muy baratas
En fin, pues estas son las cosas que resultan curiosas (seguro que algunos de los que vivís aquí las habéis experimentado alguna vez…)

1. Al pedir ensalada, no te pondrán lechuga y tomate, sino un batiburrillo de col (col forever and ever) , zanahoria y alguna otra legumbre inidentificable.

2. En el supermercado, es imposible encontrar cosas como:
- Yogures en packs de cuatro o seis. Siempre vienen o en solitario (y más grande de lo normal) o en poales que no sabes si terminarlos de una y reventar o dejar un poco para otro día (al final se acaba poniendo malo en una esquina de la nevera…)
-Paquetes de galletas.  Sólo venden minipaquetes, y a mí me ha resultado imposible encontrar galletas normales tipo maría (no es mucho pedir), todas llevan chocolate, o mantequilla, o cualquier añadido muy bueno, pero nada ligero.
-Pescado fresco!!  Vale, en algunos lugares cercanos al fin del mundo, se puede encontrar algo de salmón y atún…pero por norma general solo lo hay congelado, y preferiblemente la panga más sosaina sobre la faz de la tierra. Por el momento, no he avistado lenguado, merluza o emperador (si alguien los ha visto, por favor, hable conmigo, se recompensará). Ni siquiera en restaurantes hay pescado que no sea empanado.
De una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo.
-Carne distinta a longaniza/salchicha/morcilla. Las carnicerías están repletas de ristras de embutidos de distintas clases que alguien distinguirá (desde luego, yo no) y carnes embuchadas…pero ternera, poquita poquita.
(Sí bastante en el apartado de comida…pero es que mira que se echa de menos la comidilla caserita! Que aunque se intente, las dotes culinarias de una madre/padre…son difíciles de igualar!)

3. Para las chicas, extrañamente no hay tampones con aplicador ni compresas que no parezcan pañales… Ni idea de por qué.

4. El precio del transporte público es ultrabarato (igual unos 20 céntimos de euro un billete sencillo… comparado con los casi 2 euracos de Valencia, es una miseria) Y ya con el descuento de estudiante…es de risa. Para que yo, que soy asidua de los colamientos en el transporte público, pague, debe ser poco, poco.
5. En los baños, siempre hay cuatrocientos rollos de papel. Hay tantos, que he pensado que uno menos cada cierto tiempo tampoco se va a notar… Así que sí, soy tan rata que robo el papel higiénico. Después de años en la UV sin un mísero rollo, tengo que recuperar el tiempo.
Además, me cunde muchísimo, mis compañeras no lo usan, … tienen una botella de agüica en el baño…

6. Los semáforos, duran aproximadamente dos milésimas de segundo en verde. Hay un paso de cebra que jamás (jamás!) he conseguido cruzar sin que el semáforo se ponga en rojo.  Siempre pienso en las pobres agüelillas y el riesgo que supone el día a día para ellas.
Aunque se vendan chapitas comunistas por todas partes,
no les tienen mucha estima a los soviets por aquí...
Yo lo siento, pero casi siempre cruzo en rojo. Me siento super reberde, yeah! (resulta que aquí son muy estrictos con lo de cruzar en rojo, si la policía te ve, te pone en una lista negra y te clava 600 eureles…)

7. Monjas: especie más común en la ciudad de Varsovia. Las subespecies son ilimitadas: tocas blancas, azules, grises, triangulares, con sandalias, con cordón a la cintura…
Igual regalan algo por apuntarse a alguna orden, preguntaré.

8. Encontrar piercings es absolutamente imposible, y  además, te mirarán mal. Por suerte tengo un sitio fichado en el que hay de todas las formas y colores. Otro dato curioso es que todo el mundo dice que a los españoles se nos reconoce por los piercings, que llevamos mucho. Hoy una camarera me ha dicho no se que del que llevo en la nariz (se ve que le he pedido en un polaco tan perfecto, que me ha confundido con una oriunda).

9. Todo el mundo dice que el café polaco está malo y aguado. A mí me encanta que sea tan blancucho, aunque los italianos lo consideren una aberración.  Italiani non sanno niente di caffè…!

Y bueno, creo que por el momento ya vale, suficiente tontunada por hoy.
Me disponía a hacer un decálogo, pero para poner una chorrada todavía más chorra que las demás, prefiero dejarlo así.  
Si alguien tiene más, que me lo diga, que estas cosas me encantan.


Dobranoc!



Pd. Como tampoco es que las fotos ilustrativas de esta entrada fueran a ser apasionantes, he preferido poner imágenes que he ido recopilando este tiempo, y que son tan absurdas como todos los datos aportados… (:

viernes, 23 de noviembre de 2012

Entrada namber tuenti: dibuixos !



Un dibujito que hice en un momento de desesperación...
Al menos he encontrado una forma de canalizar de buenas maneras mis rabietas...!

Hacía tiempo que no tomaba un ratete para dibujar, tengo que retomar lo de salir por la ciudad a pintar cosillas...las iré subiendo!  (aunque hace un frío que pelaaa)

martes, 20 de noviembre de 2012

Entrada namber naintin: viajeando


Viajar…viajar…viajar…
Sinceramente, había escuchado que durante el Erasmus se viajaba, pero no sospechaba que lo haría tanto y tan requetebién!
Sigo redondeando los lugares visitados con mi rotu rojo, y la verdad es que ya hay un número considerable (¡Y lo que queda!)


Supongo que el cuatrimestre que viene lo dedicaremos ya a explorar el resto de Europa (con esos vuelos a cincuenta céntimos que todo el mundo menos yo encuentra), que Polonia ya nos la conocemos mejor que nuestros países de origen (lo peor es que puede que sea cierto) y nos hemos tragado ya unas cuantas horillas de trenecillo harrypotteresco. En serio, en cualquier momento me espero ver llegar a una lechuza y posarse en mi escoba. Tres horas de viaje me parecen ya un paseete para ir a comprar el pan. Ayuda también poder viajar unos 300km por menos de 6 euretes.

Si no me he enterado mal, me da que a principios de diciembre visitaremos también Cracovia. Faltará Wrocław (que se pronuncia como un ladrido de perro) y ya habremos hecho el tour de las ciudades polacas imprescindibles. (Bueeno, vaale, también Szczecin, Lublin, Łódź…)

En fin, pero ahora toca dar un poquete de envidia con los viajes pasados que no he comentado por aquí: Poznań, Gdańsk y Praga (Praga la de la República Checa, no mi-barrio-preferido-de-Varsovia-al-que-siempre-intento-convencer-a-la-gente-de-ir).

Cada ciudad ha tenido su aquél, tanto por lo preciosas que son las ciudades por estas tierras (casas de colores everywhere…callejuelas con encanto…anticuarios…) como por la compañía, como no!

De Poznań, me quedo con su plaza colorida:

  
Gdańsk y Sopot, me dejaron encandilada.
No sabía que echaría tantísimo de menos la playa, pero cuando llegamos a orillas del báltico, con esa agua plateada y repleta de gaviotas casi me da una saturación extática! Qué preciosidad… Faltó poder comer un buen pescadito y hubiera sido redondo. Pero no, que parece que en este país el pescado no se estila, ni siquiera en pueblos costeros. Gran misterio.
La ciudad de Gdańsk es bonita mires donde mires. La mejor calle, la calle Mariacka, estrechita, llena de barecillos, puestecillos, escaleras para subir a las casas góticas y desagües en forma de dragón.  Es también preciosa la plaza del ayuntamiento, que, atravesando un portal, desemboca en el río. Reconozco que no vi ni la grúa ni el molino, e igual también nos dejamos otras cosillas, pero nos llevamos una anecdotilla: que un gorila de discoteca polaco nos dijera que como volviéramos a intentar engañarle para entrar, nos echaba de Polonia para siempre jamás.



El viaje a Praga ha sido inmejorable.
Pasamos de ver La Bohème en la Ópera Nacional a tomar unas cervezas checas en un pub costrosillo de los que a mí me gustan.
La ópera, muy recomendable, eso sí, hay que leer el libreto antes de entrar y respirar de alivio cuando los subtítulos están también en inglés. Que sí, que el italiano se parecerá al castellano, pero cantado es incomprensible.
De Praga me encantaron sus edificios Art Nouveau, todo con dorados,  florituras, letras engalanadas…  Me recordó mucho a una exposición que vi en Valencia y a un artista en particular, Alfons Mucha.  Luego resultó que es checo el hombre, y en todas y cada una de las tiendecitas de turisteo (eso es lo único malo de Praga, está plagada de tiendas de souvenirs y turistas) puedes encontrar desde postales hasta dedales con sus dibujos, cajitas… Mira que me gustan sus carteles, pero acabé tan saturada que lo único que compré fue una postal (pero bien bonita oiga!).
Comer, se come bien y a precio respetable (no llega a los 2 euros de Varsovia, pero se acerca). El goulash  está de muerte, y más si lo sirven metido en pan. Venden también unos rollos de dulce requetebuenos. (Sí, comí cual cerda).
Lo malo fue que la mayoría de museos estaban cerrados por obras (fue una visita culturetilla), pero eso nos llevó hasta el Rudolfinum, en el que había una exposición hiperrealista pa’ flipar.
Recomendaría también el barrio judío y los anticuarios. Encuentras desde trombones hasta pipas de mil formas, acordeones y cajitas de latón… (No olvides darle cuerda a tu relojillo, A. ¡!)

Y ahora, pues de vuelta a mi Varsovieta querida.
Hoy después de dos meses, al fin tengo el cuarto para mi sola. He aprovechado para poner la música a todo volumen y bailonguear un poquito. Ay intimidad, como te echo de menos…
Pero bueno, también me dan mis momentos de risa tonta, con el ultrapedo atómico que se tiró aquí mi compi anoche, que lo escuché hasta a través de los auriculares. P. y M. pueden dar fe de mi ataque de risa.
En unos días vendrán mis superprimix A. y T. así que voy a seguir haciendo listas de cosas que visitar…

Pd. De momento, parece que este miércoles sí que sí, vamos de pubs psicodélicos underground por Praga. Ou yeah!
(Zenquiu P.  , no sé qué haría sin tu emprendedurismo)

domingo, 11 de noviembre de 2012

Entrada namber eitin: caca-brownies y abrigos abrigosos


Muchas, muchas cosas nuevas…pero lo que primero debo decir es que:

          ¡¡¡¡¡¡AL FIN TENGO ABRIGO!!!!!!

Y no es un abrigo cualquiera, no, no… es un abrigo que me ha costado DIEZ EURETES! Y eso lo hace todavía mejor. Ya me han preguntado si le falta alguna manga o si he estafado a alguna viejecita…pero nada de eso, lo compré en una tienda a peso del barrio de Praga. Sí, es de segunda mano, pero está nuevecito y no huele a muerto ni nada…
La verdad es que ahora puedo pasear sin el riesgo de congelación que padecía días atrás. Que mi estimado abrigo de leñador está bien, pero con temperaturas rondando los 0 grados, quedaba un poquete insuficiente.
Y es que, mis paseos por Praga van dando sus frutos. Yo tengo mucha confianza en ese barrio, cada día que voy descubro cafeterías nuevas, centros de exposiciones, tiendecitas de ropa baratísima… Compré también dos faldas y dos camisetas de manga larga por un precio de risa.
Y es que aquí, por el momento (otoño) mis capas son las siguientes:
·             -Camiseta de manga larga
·             -Jersey
·             -Rebeca 
·             -Abrigo
Estoy pensando en enviar de vuelta las mangas cortas y tirantes…que lo único que hacen es ocupar sitio en el armario. Pero no, que para los pubs, en los que las temperaturas rozan el nivel de cocción, la ropa finita va bien. Eso sí, vaticino un constipado seguro con tanto cambio de temperatura p’al body.

"EL" abrigo !
En fin, como comentaba, voy en busca de cafeterías molonas para echar la tardecilla estudiando/leyendo/perdiendo el tiempo. La pega, es que lo más cerca que puedo encontrar una es en Stare Miasto (“The Old Town”, como siempre dice la voz del autobús). También hay en Jana Pawla, aunque me da un poco de mal rollo una calle con nombre de papa en la que proliferan los Sex Shops (en serio, la concentración por metro cuadrado es alucinante).
Sigo sin entender por qué en mi barrio (Muranów) no hay nada de nada. 
El otro día vi un cartelito de próxima apertura de cafetería, y casi me da un patatús…pero luego resulta que sí, es una cafetería, pero del rollo friconcius/cartas/juegos de rol. Lo peor, es que igual me paso.
No se, igual es por ser de estilo realista socialista, que no dejaban huequecitos más que para tiendecitas Delicatesy (mini ultramarinos con verduras, pan y alguna que otra cosilla más).
 
Como a menudo la gente me pregunta que qué tal con la sargento y la mini-mamá con las que comparto residencia, voy a contar algunas novedades.
La última de la Sargento (todavía no salgo de mi asombro) ha sido esta:
Me empezó a preguntar que si tenía el pelo graso o seco. (estas preguntas ya no me resultan extrañas, siempre me acribillan con cosas como : para qué vas a usar ese pela-verduras (?), a cuánto están las patatas en el mercado…). Le respondí que mas bien seco. Y respondió que sí, que eso le parecía. Luego me enseñó un champú. Deduje que se habría equivocado al comprarlo y que me lo ofrecería amablemente. No era mi champú preferido, pero oye, gratis las cosas se vuelven mejores. Peeeeeeero no señores. La tía me dijo que me lo VENDÍA, que era buena marca y que me lo dejaba a buen precio.  Daría lo que fuera por ver la cara que se me quedó. Encara estic flipant
Pero bueno, la otra quiere acoplarse todas las navidades en mi casa (si…si…) así que ya me estoy curtiendo en buscar excusas. Me sabe mal, pero en realidad a las que les debería saber mal es a ellas, por dioh!

Más marujeos: ayer fui con mi querida M. a Ikea. ¡Mi primera vez! Estaba entusiasmada. Y sinceramente, no me decepcionó. Oiiiii oi oi oi pero qué cocinaaas chicaaa!
Me salió mi vena más maripuri, encantada con las encimeras, y disposiciones de cocina.
Más preocupante todavía fue que me entusiasmara con las habitaciones de niños…
El resultado final de la compra: un pela-verduras, un abre-latas, un exprimidor  y una rata de peluche.
También comimos las tradicionales albondiguillas (muy güenas oiga! Aunque sobra la mermelada picantosa) y perrito caliente por 0,25 euros (en serio…y sabía a perrito y todo).
Luego digo que quiero comer sano…
Pero bueno, me pesé en una báscula allí (sin zapatos, que una se siente como en casa en Ikea) y no ha habido muchos desperfectos tras estos días de desayunos descomunales (durante el viaje a Gdańsk y Poznań…que contaré en una próxima entrada porque esta ya se ha hecho largueta…!)

De momento, prosigo con mi espíritu cocinitas (me sorprendo a mí misma, y también a mi mamuchi, a la que le envío fotos de mis super recetas).  Además, acabo de descubrir que en mi residencia hay horno, así que no tendremos que repetir nunca más el experimento “brownies de mierda” al microondas.
"Brownies de mierda"  (no hace falta decir nada más)

Y ahora, pues me voy a ver el día nacional de la independencia, que estamos en la capi y habrá jaleillo digno de ver. Ayer mismo, vimos niños con metralletas y familias enteras vestidas de militares, botas negras por doquier, cabecillas rapadas… veremos en qué acaba todo esto.