jueves, 11 de octubre de 2012

Entrada namber zirtin: marujeos


Hoy me he sentido toda una marujilla.
Ha sido día de guardar (al menos por la mañana, que al final siempre la lían a una…o si no se lía una misma), de colada y quehaceres caseros.
Puede que en casa poner una lavadora no tenga mucha complicación, pero aquí sólo hacerse entender por el recepcionista que solo habla polaco cerrao’ tiene su dificultad. Al final, he decidido recurrir al método pictórico cada vez que quiero comunicarme con él. Un dibujito y no hay Babel que valga (estoy leyendo la Biblia, ahora puedo hacer referencias cultas).
Dibujito para pedir que me abran la lavandería.
Lo ha entendido perfectamente, y he podido lavar mi ropa sin problemas. Las instrucciones están en polaco, pero yo creo que todos acabamos poniendo la lavadora sin tener ni idea de lo que hacemos, rezando por no equivocarnos al elegir el hueco del suavizante y del detergente (al menos yo lo hacía así en Valencia también…igual vosotros sois más responsables y leísteis las instrucciones de la lavadora). Luego he secado todo en la secadora (musho nivé) y lo he doblado todo perfectamente para colocarlo en el armario. No me reconozco.
Luego he preparado un sofrito de verduritas con kasha (es un cereal típico de europa del este…que he decidido arriesgarme a cocinar como el cous cous…pero sin estar realmente segura). El resultado me ha gustado, pero no ha quedado igual que el que me enseñó L. el día anterior. Esto de cocinar siguiendo instrucciones el polaco, es todo un riesgo diario. Viviendo al límite, si señor!
Y por la tarde, paseíllo con las coleguis C. D. y L. de cafelillos y hablando sobre la maternidad (ya decía yo que hoy era un día muy marujil). Hemos subido al Palacio de la Cultura. Turistada hecha. La verdad es que las vistas son curiosas desde ahí arriba, se distingue perfectamente la parte vieja de la ciudad, con sus techos de color rojo y sus estrechitas callejuelas, de la parte soviética, de líneas rectas y cuadradas. De todas formas, tampoco recomendaría subir a quien viniera. Son 15 zlotys y no se ve nada que no pueda verse desde otro edificio cercano. Esto último, tengo que intentarlo: igual me hago la loca y subo a la azotea del Novotel. Lo bueno en este caso, sería que también vería el Palacio de la Cultura, que me encanta, no como a la mayoría de polacos.

Por lo demás, la vidilla nocturna transcurre ahora más calmadamente. Me he decantado por la versión cultureta del mundillo Erasmus: vamos a conciertos Rockabilly, conciertos de Jazz, salas de exposiciones y pubs bohemios. Ya iré haciendo una lista de los mejores sitios a los que ir. He fichado también una zona cultural de teatro/exposiciones en Praga: es una antigua fábrica de algo que ahora mismo no recuerdo, pero queda muy chulo el contraste de edificios industriales con graffiti de colorines.


Luego contaré más cosas, que aquí cada segundo condensa miles de anecdotillas!



Pd. Qué ilusión me ha hecho hablar con mi M. que sigue igual de loquilla que siempre! (:

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