Ya estoy en
mi Varsovieta querida!
Y la verdad…es
que no hace tantísimo frío como esperaba!! Pero bueno, tal vez sea porque voy
por la vida pertrechada con toda la artillería pesada: dos pares de guantes,
botas de esquí (aguantan hasta -20º), camiseta y mallas térmicas, pasamontañas…
¡Para que no se diga que no he vuelto con la lección aprendida! No más manos
quemadas por el frío, no mas piececillos insensibilizados!
El "cielo azul" de Varsovia |
En primer lugar, todo Erasmus que se precie, debe hacerse con un utensilio
esencial: auriculares inalámbricos. Ahora que los tengo, voy hasta al baño con
ellos, no digo más. Y es que si vives la desventura interesante
experiencia de compartir habitación, no puedes pasar sin ellos…y menos si
convives con un ser adicto a los ruiditos. Puedes escuchar musiquilla o algún programa
de televisión o lo que te apetezca sin estar amarrado al ordenador y sin
molestar. Ayayay he descubierto la panacea universal…
Abrigo-Nórdico, ¡indispensable! |
Otra tonterieta más: para traerse cuantas más cosas mejor sin facturar,
es buena idea embutir todo lo posible en la maletilla de mano reglamentaria. Se puede ser muy cenizo y tener
muy mala suerte, pero rara vez la pesan. Al venir, yo creo que la densidad de
mi maleta era mayor a la del iridio (sí, esto lo he buscado en la wikipedia).
Otro truquillo, que me ha enseñado doña P. es colar un bolso bajo el abrigo.
Sí, es bastante burdo, pero funciona: ni la azafata más quisquillosa se dio
cuenta del bolsaco que coló en sus narices.
Si ni por
esas, se puede recurrir a envíos de paquetes ( y que cuelen alguna lonchilla de
jamón, ya que estamos) o pedir a la gentecilla que viene de visita que haga de
mula.
Puré de calabacín (me quedan tropocientos litros en la nevera) |
En fin, de
momento no se me ocurre más que aconsejar. Pero puedo contar algunas de las
cosillas de las que te das cuenta tras el paréntesis de vuelta a casa por
navidad:
Lo más impactante, es el aguante
con el alcohol que un cuerpo de un sujeto Erasmus puede desarrollar en sólo
tres meses. Increíble. Dejar a todos tus amigos doblaos sin que hayan si quiera rozado tu ritmo, es una locura. Lo de los chupitos de vodka a mansalva hace
estragos… Además, me consta que, sorprendidos por la variedad de bebidas espiritosas que hay en España (no
sólo Żubrówka!), más de uno hemos
hecho mezcolanzas bonitas, y hemos aguantado como campeones.
Aaayayay voy a echar de menos las
tardecillas de cañitas y tapas…
Biblioteca de la UW: aquellos que vais a Humanidades abarrotado... ¡Morid de envidia! |
Volver
de nuevo es también un buen momento para redescubrir la ciudad. Hoy por
ejemplo, he decidido cambiar mi ruta de casa a la universidad. Si antes pasaba
por delante del Tribunal Supremo,
del palacio Krasiński (sede de la
Biblioteca Nacional) y del palacio presidencial, ahora puedo curiosear el
edificio de la Ópera Nacional, el
palacio Jabłonowski y el enorme parque Saski… ¡Ah! ¡Y no me he perdido!
Y por hoy, creo que ya está.
Bueno, última cosa: coged libros de casa, que se echa mucho de
menos una buena lecturilla en castellano (u otra lengua conocida) antes de
dormir…y el e-book es práctico pero no es lo mismo que un buen ejemplar con sus
hojas que garabatear!
Me voy a ver una peliculilla, que me lo
merezco después de un día de estudio intensivo! (y los que quedan)
Pocałunki i uściski!
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