Yo que me esperaba unos diillas bibliotequiles tranquiletes y sin
sobresaltos…y ¡patapum! en un momento,
mil situaciones rocambolescas y se ha puesto todo patas arriba…
Últimamente
me da la sensación de que me ha mirado un tuerto…porque la mala suerte que
tengo no es normal ya ni para mi (y mira que suele ensañarse conmigo la tía)!
Pero es que,
creedme, estos polacos, tampoco son gente al uso…
Retrato robot de mi estado actual. |
En fin, empecemos por el principio de los tiempos. Resulta que mi
planificación semanal era, básicamente, estar tranquilamente en la biblio con
las panis A. , L. y P. (no se qué hacen las demás, pero no se les ve mucho por
allí (hum, hum…) . Bueno sí, C. se pasa de tanto en tanto por la cafetería… ) Y
es que, sí, el estudio aquí no tiene nada que ver con los interminables
tochacos en España, pero también hay que hincar
un poquete los codos…(que además, escribir en inglés cuesta como cuatrocientas
veces más…aunque hace que trabajos sobre la
aplicación e interpretación del Tratado de Viena en Polonia, resulten algo más interesante).
Peeero bueno, a lo que iba, que a una la lían bastante fácilmente, y me
vi el martes (y también el domingo) bien dispuesta a unas cervecitas y unos
bailoteos.
Total, que
fuimos a cierto lugar llamado R. (No desvelaré el nombre, por si alguno de los
sujetos protagonistas sabe castellano y viene a buscarme. Que con esta suerte
que tanto me aprecia, toda precaución es poca). Todo fenomenal…hasta que cometí
la ¡Oh cielo santo! infamia de bailar con un vaso (de plástico)
en la pista de baile. Con las buenas formas que caracterizan a los de seguridad
polacos, me dijeron que me saliera (eso creí entender al escuchar Przsjhejhssshsh
pZhs shsp y su dedo señalando
unos sofás). Y al cabo de un rato, pues volví a la pista (vale, un poquitín
puñetera, pero veréis que no para tanto). Y ale, del brazo hasta la p*** calle
campeona.
Y en la
calle me quedé.
Pero como mis queridas C. y M. (de ahora en adelante, mis salvadoras)
seguían dentro, hice por volver a entrar. Como sabréis los que me conocéis, mis
dotes persuasorias son más bien nulas, y casi siempre consiguen el efecto
contrario…Pero bueno, que no me puse farruquilla
ni mucho menos. Y a la que abro la puerta……
¡¡¡¡¡¡FFFFFFFFFSSSSSSSSSSSSHHHHHHHHHHHHHH!!!!!
Gaseada a
base de gas pimienta, a muy mala idea. Ni mis gafas de aviadora pudieron frenar
el desastre.
Y así, como una vulgar delincuente, me vi en la calle retorciéndome de
dolor. Si digo que ha sido uno de los mayores dolores de mi vida, no exagero
(si no, preguntádselo al hermano de l’enfant
terrible P. que solo con pulverizar un poquete el aire, dejó a un amigo sin
sensibilidad en el labio) Sin poder ver absolutamente nada y con la cara ardiendo,
no se me ocurrió otra cosa que coger a tientas la nieve de la calle y echármela
a la cara , lo cual, no sabía yo, hace que pique todavía más!! Total, que esa
era yo: una chica maldiciendo, cogiendo nieve de la calle en la puerta de una de
las discotecas más conocidas. Una imagen digna de ver.
Aunque,
también es cierto, que podía haber cogido con la nieve alguna cagarruta de
perro…(creo que eso no ocurrió, aunque tampoco lo sé a ciencia cierta).
Tras minutos de sufrimiento indescriptible, llegaron mis salvadoras M.
y C. que enseguida llamaron a la policía y a la ambulancia (número de emergencias polaco: 112). Una
vez pude abrir los ojos (temporalmente) , hablé con las policías para denunciar
lo que me había parecido una agresión desproporcionada (me salió la vena
jurista). Y, cual es mi sorpresa, cuando me dicen ¡Pero niña, que eso es una
práctica habitual! Ale, arreando.
Momento surrealista cada vez más frecuente... |
Luego fui escoltada por mis salvadoras a casa, donde no pude aguantar
más (había vuelto a dejar de ver) y me puse agua, crema y todo lo que estaba a
mi alcance. Ahora lo veo desde fuera, y parecía una de esas escenas en que
quieren apagar un fuego y acaban corriendo con el culo ardiendo. Pues así.
Conclusión: si venís a Polonia,
cuidadito con no decir lo que os dicen los amables porteros y vigilantes de
discoteca, que suelen ser 4x4 y no se andan con tonterías…
Y ahora,
pues cuando voy a la biblio siempre hay alguien que me dice: Oh! ¿Pero
dejan entrar a delincuentes? Cuidado a ver si van a tener gas pimienta…
¿Algo más? Pues sí.
Hoy resulta
que el dueño del piso al que se supone que vamos dice que una de las chicas que
está viviendo ahora, se quiere quedar hasta marzo. Por suerte le hemos llamado
a diez días de tener que mudarnos, porque ni quiero pensar la cara que se nos
hubiera quedado el 1 de febrero al llegar con todos nuestros bártulos…
¿Y ahora
qué? Pues a saber, porque el contrato no era muy digno de ese nombre y este
hombre es de lo más informal que he conocido. Pero nos ha comentado gente que
vive en ese mismo edificio que el tío es así, pero que merece la pena y que
pueden pasar dos o tres meses y no te pide la mensualidad, y a veces hasta se
olvida…
Mañana
volveremos a hablar, que dice que igual hay solución.
Pero de
momento a nosotras, que ya estábamos trabajando en el borrador de la Constitución de la República Asamblearia de
Las Panis, nos ha dado un vuelco el corazón!
Pero bueno, esto de vivir en Polonia
al final cura de espanto. Las
autoridades siguen siendo realmente estrictas, la Unión Soviética realmente
odiada , la gente realmente alcohólica y algunos jóvenes realmente libidinosos…
Y es que,
resulta que en una de mis discotecas preferidas, Jerozolima, se organizan orgías
todas las semanas. (Y no, no es por eso que es mi favorita!….En serio, no
tenía ni idea de eso hasta hace dos días).
Y orgías de verdad, no en sentido figurado.
La primera
reacción es ¿Pero eso es legal? Pues sí, pues sí, lo que no es, es muy común,
pero aquí te puedes esperar de todo.
De momento
reconozco que solo me lo han descrito, pero me da que no seré capaz de pasarme
ni siquiera para echar una ojeada. Pero bueno, si alguien más va, que me lo
cuente…
En fin, por hoy ya he contado
suficientes cosas surrealistas.
Os mantendré
informados.
Pd. Por favor,
si alguien me está haciendo vudú, que no me haga sufrir más desgracias!
Pd2. Número
de emergencias en polonia: 112 (el mismo
que en España, pero te contestan señores polacos que con suerte, se enteran de
algo en inglés)
xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD VUDÚ
ResponderEliminarJajajajajajajajajajajajaja.
ResponderEliminarYo me sé de una que no va a volver a pasarse por el forro las observaciones de ningún segurata xD
jajajjajaj
ResponderEliminarNada, nada, a partir de ahora, ¡Señor, sí, señor! y pitando hacia un lugar seguro...
¡Eto' eh el Bronx!