miércoles, 27 de marzo de 2013

Entrada namber zerti seven: tres señoringas en Varsovieta

Qué penita nos dio a todas cuando se fueron los soletes A. , LL. y P. …!
Y es que en los diillas que pasaron aquí, hicimos una vida de comuna-familia la mar de chula y visitamos toooodos y cada uno de los rincones varsovianos. ¡Una delicia!

Para no romper con la tradición, recorrimos buena parte de los restaurantes chulos de la ciudad (poniéndonos como los kikos a precios de risa). Primera parada obligatoria fue Zapiecek ( variadito de pierogis a la sartén – que están más buenos que cocidos, aunque menos que al horno!- y compot para beber), también el milkbar (ahí merece la pena pedir una de las sopas - las mejores, de champiñones y de tomate- y algo de carne con kluski slaskie- eso sí, procurad cercionaros bien de las raciones que pedís, que nosotras, por una extraña razón, acabamos con comida para ocho personas…). Tuvimos también macro-ración en el restaurante checo U Szwejka (donde los lunes hay un litro de cerveza por 7 zl y un schnitzel enorme por 12 zl) y ensalada chic en Café Kafka. ¿Más? Pues sí, también tuvimos nuestro día de sushi y la tradicional cena en el vietnamita (creo que ya lo he dicho alguna vez, pero sí, la sopa phó vietnamita es típica en Varsovia por la cantidad de emigrantes de allí que se concentran en la ciudad).
La entrada de casa un día de fiestuqui
Cafés cucos, también visitamos unos cuantos: Kinokawiarnia (el mejor sitio para comer tarta de espinacas con salmón y café con batido de plátano, con un ambientillo muy agradable), Kafefajka (de ambientillo  marroquí, donde se fuma shisha y también se puede fumar tabaco), o Grawitacja al lado de la universidad. ¡Ah! Y el imprescindible Charlotte para desayunar!!

Y en cuanto a vidilla de museos: el museo Copérnico (es la segunda vez que voy y aún no he podido verlo entero!), el museo del poster (en Wilanów, con una exposición de carteles de ópera y millones de posters de artistas alrededor del mundo ), museo del levantamiento (con información a raudales, tanta, que hay que llevarse deberes a casa y leer los papelajos que dan allí). Está también la exposición de la reconstrucción de Varsovia, pero no pudimos entrar porque había una conferencia… No sé si olvido algo, pero bueno, doñas-que-estuvisteis-aquí, siempre podéis aportar más información en comentarios, que no hace falta registrarse ni ná para comentar, animarse…!
Tres monas en la Barbacana de Varsovia
                Lo que más me gustó de lo que hicimos, fue pasear…pasear por todas y cada una de las zonas de la ciudad. Cierto es que mi medidor de distancias, no anda muy ajustado (puedo decir que algo está cerca, y que se tarde más de media hora en llegar andando!) pero mereció la pena ir a pata de un sitio a otro, y comprobar los contrastes de Varsovia: por un lado el amplio y comunista distrito Marszalkowska (comunista, la gran palabra del viaje…) con sus calles inmensas y sus plazas soviéticas, por otro lado el Stare Miasto y el Nowe Miasto, con sus callejuelas intrincadas y casitas de colores…
Algo que me encantó y todavía no había visto (y me encantó poder descubrirlo con mis amiguchis) fue el antiguo barrio judío: no queda mucha cosa, pero se puede seguir una ruta y ver algunas casas todavía en pie, sinagogas, un monumento en el emplazamiento exacto en el que se encontraba el puente del ghetto grande al pequeño. Hay también postes con información y planos del ghetto. Sinceramente, da un poco de escalofrío pasear por las calles sabiendo todo lo que allí ocurrió. Reconozco que me esperaba que esa zona tuviera más referencias a esa época, pero al parecer han optado por rehacer vida y no convertirlo en un templo permanente al pasado…
Palac Kultury i Nauki
También la calle Nowy Świat con todas sus tiendecillas pijolis, Plac Bankowy, con el antiguo arsenal y el enorme ayuntamiento, el edificio de la Ópera Nacional en contraste con las calles mugrientillas (pero con estilo!) de mi amada Praga
                Por el Parque Real Łazienki (el más grande de Varsovia), disfrutamos haciendo fotillos en una tregua que nos dejó la temperatura polar. (solete y todo, oiga!) y en el mercadito de Praga Sur, P. sucumbió a unas botas preciosas por 10 euretes (te hubieras arrepentido de no comprarlas (; ). Muy polaco, muy auténtico el lugar eh…

                Y de vidilla nocturna, pues una macro-fiesta  en el piso…que aterrada estaba yo de que degenerara al punto de ver sillas volando por la ventana o batallas de nata y chocolate…(skins style). Pero, al final no salió tan mal lo de meter a más de 50 personas en casa. 0 desperfectos, alguna queja vecinal sofocada y muy buen ambientillo. Yo creo que casi todas las nacionalidades estábamos representadas en el piso esa noche.
Y después,  Hybrydy, que es algo así como el Standby polaco, con su Extremoduro y su Marea nacionales… No pusieron musicón, pro bueno, a nosotras nos tocas los platillos y ya bailamos sin parar, así que estuvo muy divertido (las fotos y nuestras caras – la de Ll. en especial- dan buena fe de ello).
Otra de las noches, tuvimos fiestuqui en otro de los pisos del edificio (somos todos estudiantes…lo que tiene su parte buena, porque hay sarao todas las noches y nadie se queja, hoy por ti mañana por mi)  Como de costumbre, hasta las 2 o 3 no conseguimos salir de ahí y nos dieron con la puerta de Capitol  en las narices (otro de los lugares a los que JAMÁS conseguiré entrar…). Pero bueno, tuvimos una vuelta a casa con peleas de nieve y carreras la mar de entretenida.
La noche de Remont, nos acabamos quedando en casa viendo vídeos y fotos lamentables (todos tenemos un pasado…) . La verdad, nuestra salud nos lo agradeció. La cerveza venenosa de ese antro es cada vez más nociva (para mi, que le echan matarratas).
Y bueno, pues también varias noches cayó Plan B, con su ambientillo modernuqui-artistico, y sus cervecitas con zumito.

                Y eso, menudo repaso de lugares me ha quedado. Pero la verdad es que lo verdaderamente importante, fue el buen rollete en el piso, todas las bromas y risas que nos echamos. Me pondré un pelín sentimentaloïde, pero es que este encuentro entre las amistades de toda la vida y las intensas amistades de esta experiencia en Varsovia, ha sido mejor, imposible. Cenillas familiares, mañanas de vagueo en comunidad, alguna tarde de peli y manta, paseíllos matutinos…

                Y la semana siguiente, además de echar mucho de menos a las tres gracias, pues fuimos al mercadito de diseñadores polacos del 1500m2 , al que no volveremos: todo teluchas de chándal mal cosidas, con cuatro cosas modernas pegadas y precios desorbitantes. Mucho postureo.
Salimos también a ver a los Radical Dancefloor Killers, todo un clásico de la música electrónica aquí en Varsovia. Esta vez, no fue en Jerozolima, sino en otro club que tampoco está mal, Powiększenie. Pero bueno, donde estén las Surfin' pussy party!... Y a la vuelta, pues crêpes y al día siguiente limpieza de primavera, ole.
También tocó cenilla en el restaurante búlgaro Varna (recomiendo el hojaldre con queso y espinacas y  Ayrian para beber!), y comida en el indio Ganesh para reponer fuerzas(y fuera de menú y todo, ahí, tirando la casa por la ventana!)

                Y ahora, una ducha y a ponerse bien apañadas para ir a ver Turandot a la Ópera Nacional. Qué culturetillas somos ¿eh?
Y mañana, a hacer las maletas porque Austria y Eslovaquia nos esperan!! (yo con ver un cuadro de Klimt en vivo y en directo, ya daré el viaje por fructífero…)

Iré contando!

3 comentarios:

  1. piso con suelo de manera,habiatacion para nosotras solas, una guía turistica perfecta, anfitrionas geniales... fiestas,paseos,restaurantes,museos...autobuses, tranvias, centros comerciales subterraneos, nuevas recetas, nueva gente, muchas risas y mucha charleta y muchos nuevos idiomas!!
    os quiero muchoo!!
    no quiero olvidar nada de lo vivido esa semanita erasmusil!! <3 <3

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  2. Autobuses con ambientador a andrea!

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  3. jajjaja ahí, ahí, lanzando bombas informativas en anónimo...! xD

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