sábado, 9 de febrero de 2013

Entrada namber zertichú: exámenes, residencias y vidas pisiles...


¡Hola hola!

Saludos desde mi cocineta (también conocida como cuartel general), lugar en el que estos días paso mayor parte del tiempo, en compañía de la otra pringadilla C.  Razón: dos trabajos por hacer y mucha, mucha procrastinación de por medio…
Pero no preocuparse, tenemos una buena banda sonora para animar ((500) Days of Summer), películas que ver (por enésima vez..ejem..) y mucha tontería encima.
Para ser sinceros, este cuartel general está empezando a degenerar: hay un olor agrio de procedencia desconocida, que nos acompaña día y noche, y también una buena pila de platos, tazas (esto es lo más preocupante, por ser bebedoras compulsivas de té) y cachivaches…
Pero bueno, en breves me subo a nuestro piso de arriba (vamos a tener algo así como un dúplex) y una vez se libren de aquí la okupa, todo quedará más humanizado (ahora mi armario es el hueco entre la cama y la pared…).

Estudieting time... ¡Final countdown!
Por cierto, esto del piso, es una pasada. La verdad es que, cocina mugrienta y microondas explosivo aparte, la vida en comuna es muy divertida.
Además, se acabó eso de salir huyendo a las 22 cual cenicienta tempranera… Ahora hacemos cenillas pisiles - lenguas de pato incluídas (no están tan malas, saben a pollo blanduchillo) – y fiestuquis de pijamas… La verdad es que está muy bien esto de tener siempre gentecilla rondando por aquí (Y. tiene ya su cepillo de dientes en el baño)

Hay que reconocer que la diferencia piso/residencia es abismal. No se de donde sale la imagen de residencias con fiesta non-stop, pero desde luego ninguna de las que he visto lo cumplen. O son estilo comunista-añejo como Hera (lo siento, pero pelín cutre es…aunque se le coge mucho cariño) o más moderno pero con la actividad de una residencia de ancianos, como Zamenhofa.
También estuvimos el otro día en Sokrates, que está un pelín en el culo del mundo. Lo bueno, es que les resbala bastante que te quedes hasta las 22, hasta las 4 o que hagas ruido infernal…
Lo malo, es compartir habitación con cucarachas y ratas. (todavía no he visto cómo son las cuquis de aquí…aunque me temo que asquerosas y rápidas, cucarachas al uso, vaya). Pero hay que reconocer que tiene su gracia que las habitaciones sean al más puro estilo Cuéntame, con sus cuadritos de flores en la pared y su cama/sofá cutre-tapizadito…
                                                                        
Vistas desde nuestra casita.
Y hablando de cosas algo vetustas, el estilo de los estudiantes polacos al hacer exámenes: van más emperifollados que para una boda! Traje de chaqueta, mocasines, corbata… Al llegar a mis exámenes con mis uñas descascarilladas y mis botoncias, me sentí un poquillo trapera, la verdad. Pero bueno, a los Erasmus no se nos tiene en cuenta. Lo que me pregunto es qué me pondría si fuera polaca…porque si los chicos van trajeados (no llevan chaqué y monóculo, pero poco falta) las chicas van entaconadas y con las mejores galas. De hecho, no sé si hasta peinadas de peluquería, tengo que fijarme más.
Pero bueno, botas o no, la verdad es que no me quejo de cómo me están yendo los exámenes. Aquí se me ha juntado que el nivel de exigencia es más bajo, pa’ que engañarnos, con que me distraigo bastaaaaaante menos en la biblioteca y con que lo he cogido con unas ganas inusitadas (sí, de veras, hasta me interesa cómo se regulan las S.L. y las S.A…!). Supongo que el hecho de que sea en inglés, estimula: aún haciendo un trabajillo, se practica el idioma, que ya es mucho!
Nuestro barriete.

Por seguir con las desdichas con porteros de discotecas: el otro día fuimos (no, a Remont otra vez no, ya sería abusar) a Medyk…pero resulta que los de seguridad son los mismos que en Remont. ¿Qué suerte eh? En fin, ya tengo algo así como una relación amor/odio con el portero. Paso ya de quitarme las gafas y el piercing, el hombre ya me tiene calada…yo creo que ya a la próxima me invitará a cubatillas. En realidad no, sigo constatando que la amabilidad no caracteriza a los seguratas aquí: el otro día tiraron también a unos amigos (eso sí, no los gasearon, eso lo reservan para individuos altamente peligrosos…)
Por lo demás, sigo con los hábitos lamentables de despeñarme en puertas de discotecas y romper vasos…

Y básicamente, eso.
Ah, también estos días me he decidido a hacer un tatu, para recordar todas estas vivencias y lo mucho que me están cambiando la visión de mi misma y de la realidad. Bueno, por eso y porque aquí el artista P. debe empezar ya a pintar sobre pieles humanas y no sólo pieles de cerdo! Ea, sí, voy a ser algo así como un conejillo de indias, pero estoy segura de que quedará algo interesante.


Pues nada, seguiré contando!

¡Slitz Bye!

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